Llevaba dias, semanas, sintiendo que aquel sentir habia cambiado percibia que aquella percepción era el preámbulo,
venía de vuelta, había sido engañada y había engañado
En los trucos las formas, las maneras y las historias inventadas, los pasos, los dichos las palabras y las historias tramadas estaba en el lado del traicionado, pero conocía el lado del que traiciona porque los dos papeles había interpretado
Los gestos, los requiebros, las manifestaciones, las acciones
conocía porque también del otro lado había estado.
Las vagas respuestas, el levantar la ceja, la postura corporal
y esos detalles que no puedes controlar, que tu cuerpo manifiesta
cuando escuchas la pregunta o quizá la afirmación, ese descontrol de tu cuerpo, ese cambio en tus ojos tu mirada, y el tronar de tu voz justificando que no contestando, o manifestando
Los secretos de ese lenguaje tanto corporal como verbal, cuando manifiestan y te pilla de sorpresa, cuando en esa ocasión tu defensa o tu escudo no pudiste idear, trazar, hilar, o asegurar.
Ella, había formado parte de los dos lados, del que engaña y del engañado, del traicionado por un amor, y del que traiciona un amor
No solo lo intuía, lo sabía, y lo sabía porque el azar se lo brindó.
De pronto ocurrió, cada uno estaba en una habitación, entonces, sonó, ella encendió aquel aparato y el azar apareció de nuevo, lo vio, ahí estaba, - es torpe - pensó.
No quería terminar aquella relación, aún sabiendo de su antesala carente de amor y querer como seguidamente confirmó
- Tu no me quieres -
- Tu me engañas -
Solo obtuvo respuesta a una de las dos afirmaciones, y fue a la equivocada, en ese instante, TODO ACABO.
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